De la Misa de Acción de gracias celebrada por el cardenal Bokalic, también participó Monseñor Carlos Alberto Sánchez, del Arzobispado de Tucumán, que reflexionó sobre esta nueva misión que le toca llevar adelante al arzobispo de la arquidiócesis de Santiago del Estero.
“Para mí como obispo del NOA, como tucumano y como hijo de esta tierra bendita es una alegría muy grande. Yo he tenido la gracia de participar de la canonización de Mama Antula aquí en Santiago del Estero, percibiendo la alegría y el gozo de la gente ante este acontecimiento que fue importante para todos. Mama Antula una hija de nuestras tierras, de Santiago del Estero. Después he compartido la celebración de la Diócesis primada, en el que el pueblo santiagueño también se expresó profundamente en la fe”, dijo primeramente.
A su vez, subrayó: “El primer lugar donde se estableció así orgánicamente la Iglesia como diócesis y esto fue, como dicen, la frutillita del postre. Por eso, justamente, que el Papa lo haya nombrado cardenal al hermano Vicente, es una consideración muy importante para nuestra región NOA. Y creo que esta alegría es contagiosa, siguiendo el camino como peregrinos de esperanza, y a pesar de las dificultades que nos toquen vivir, que nadie nos robe la esperanza”.
“Y de la mano de Jesús, de María y de Dios, caminar este jubileo del año 2025. Viviendo este año, como un año de gracia y de bendición. Porque ya venimos bendecidos por todos estos acontecimientos anteriormente y ser cada uno de nosotros, un signo de esperanza para otras personas”, concluyó.
