En un emotivo mensaje cargado de fe y consuelo, el Padre Luis Escañuelas dirigió su homilía en Villa Mailín ante cientos de fieles que participaron de la Eucaristía en honor al Señor de los Milagros. El sacerdote invitó a todos los presentes a poner sus cargas a los pies de la cruz y abrir el corazón a la transformación espiritual.
Durante su prédica, Escañuelas remarcó que muchos creyentes llegan a este santuario “cansados, tristes, inseguros y dolidos”, pero que la palabra de Dios tiene el poder de renovar esas heridas con alegría duradera. “Dios quiere acercarse, incluso en medio del sufrimiento y la cruz”, expresó, evocando el llamado de Jesús: “Vengan a mí los que están cansados y yo los aliviaré”.
El sacerdote también alentó a los fieles a pedir con fe la sanación, la conversión y la presencia viva de Cristo en sus vidas. Destacó el testimonio de tantos peregrinos y servidores que llegan a Villa Mailín cada año, ofreciendo su servicio como una entrega amorosa y esperanzadora.
“Estamos llamados a ser cristianos de esperanza”, concluyó Escañuelas, dejando un mensaje de aliento espiritual en esta fiesta de fe que año tras año convoca a miles en busca de milagros, consuelo y renovación interior.
