Teniendo en cuenta el contexto que se vive en el país, con el 55% de los valores de pobreza y con aumento de la indigencia en el país en toda la Argentina al 17%, cerca de 25 millones de argentinos que no llegan a la canasta básica de alimentos. Uno de los temas preocupantes de la semana y de la jornada de ayer, fue que la Justicia federal encontró diferencias entre lo que el Ministerio de Capital Humano informó oficialmente sobre la cantidad y tipo de comida que tenía en su depósito de Villa Martelli y lo que realmente había, según un procedimiento que se hizo el sábado. Situación que fue hecha pública por el dirigente Juan Grabois durante la escandalosa audiencia que tuvo ayer en la Cámara Federal de Comodoro Py.
Frente a esto y sobre otros temas relacionados, habló la concejal de la Capital por el bloque de Libres del Sur, Marianella Lezama Hid en el programa de Radio LV11 “Actualidad Política”.
Al ser consultada, primeramente sobre sus sensaciones al ser tratada de forma “casi gratuitamente” de “ladrona”, por los dichos hacia los dirigentes –como ella– de agrupaciones sociales y políticas, indicó que: “Nos genera mucha indignación por el gran trabajo que se viene llevando adelante desde las distintas organizaciones y desde los diferentes sectores políticos para contener a sectores que han sido vulnerados y no han podido acceder a lo más mínimo. Esto que debatíamos, la entrega de comida, la entrega de leche en muchos comedores que durante la pandemia, quizás, han sido fundamentales y hoy son claramente maltratados. Con una clara intencionalidad política de desarmar las organizaciones sociales, desarticularlas, porque representan una pata fundamental en la sociedad y vienen a resolver un aspecto que el Estado no lo hace. Sino que también tienen reclamos concretos, visibilizan la pobreza y la situación de los trabajadores no formales. A partir de esto, hay una intencionalidad política de desprestigiar y que pierdan las voces estos dirigentes sociales y políticos, que tenemos mucho para decir”.
“No hay ningún tipo de notificación que hayamos recibido en ninguna parte del país. Sí una gran puesta en escena mediática, que sí es lo que este gobierno viene trabajando fuertemente hace tiempo sobre todo en los comedores comunitarios. Hoy muchos de ellos se sostienen con el esfuerzo de nuestras compañeras cocineras que trabajar duramente, día a día, para no dejar sin un plato de comida a nadie. Nosotros reconocemos fuertemente ese trabajo esencial, tenemos muchos comedores a lo largo y ancho del país. Donde el esfuerzo es muy grande, porque los alimentos no llegan, porque la pobreza, la desocupación siguen aumentando. Y a partir de esto sabemos que el tejido social se va rompiendo y cuando esto sucede, las consecuencias son muchas otras. Creo que hay que valorarlo, hay que investigar las cuestiones que son irregulares, es injusto meter a todas las organizaciones sociales en la misma bolsa”, explicó.
“Lo que nosotros estamos planteando es que la mercadería se tiene que repartir porque hay comedores que existen y realmente dan una asistencia, una respuesta a personas que lo requieren. A niños, niñas, familias, adultos mayores y demás. Me parece que hoy el hambre es una realidad y no podemos tener una ministra –de Capital Humano – que lleve adelante una gestión de esta manera. Me parece que la justicia le ha ordenado que presente la manera en que se iban a distribuir los alimentos, se ha incumplido con eso. Van a repartir en provincias que tienen un diálogo o una relación afín con el gobierno nacional y las demás provincias, quedan por fuera de eso. El análisis que se tiene que hacer de la distribución de la mercadería es otro, es decir, hacerlo de acuerdo a los lugares, regiones y sitios que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad. No como lo están haciendo ahora", sostuvo.
En otro tramo, remarcó: “Me parece que hay una doble vara para juzgar cuando se trata de organizaciones sociales. Y cuando se trata de las intencionalidades políticas de quienes representan diferentes voces. Es importante el reconocimiento de todas las organizaciones y agrupaciones sociales que trabajan en colaborar con los sectores vulnerables”.
“También tenemos los números de desocupación muy preocupantes, de salarios que no están siendo actualizados de acuerdo a todos estos índices. Y a la vez, también una clase social que se va debilitando y así un entramado social que se va desgranando y que va perdiendo calidad de vida. Estamos hablando de comida, algo tan básico y elemental, que es todo lamentable”, sostuvo.
