El ritmo acelerado de la vida cotidiana a menudo nos aleja de actividades tan placenteras como la lectura. Sin embargo, cuando llegan las vacaciones, muchos santiagueños aprovechan este tiempo para retomar el hábito de sumergirse en un buen libro.
Las librerías de la ciudad lo confirman: durante estos períodos, se registra un aumento significativo en la venta de libros. Novelas románticas, thrillers, sagas literarias y libros de autoayuda son algunos de los géneros más solicitados. Los santiagueños buscan en la lectura una forma de relajarse, evadirse de la rutina y alimentar su imaginación.“En vacaciones, la gente tiene más tiempo para dedicarse a sí misma y a sus hobbies, y la lectura es uno de ellos”, afirmó Paula, empleada de una librería céntrica, ubicada en calle 9 de Julio antes de llegar a Av. Belgrano.
“Vemos cómo los clientes buscan títulos que los transporten a otros mundos o que los ayuden a reflexionar sobre la vida”.Kenny, encargado de otra librería ubicada en calle Independencia al 200, coincide en que las vacaciones son un momento ideal para descubrir nuevos autores y géneros literarios. “Muchos lectores aprovechan para ponerse al día con las últimas novedades o para redescubrir clásicos que han dejado pendientes”, señala.
Además de las novelas, los libros de autoayuda y desarrollo personal también tienen una gran demanda durante las vacaciones. Los santiagueños buscan herramientas para mejorar su bienestar emocional y alcanzar sus metas personales.En definitiva, las vacaciones se convierten en una oportunidad para volver a conectar con la lectura y disfrutar de todos los beneficios que esta práctica ofrece.
“Hay de todos los precios”, indicaron los vendedores. Desde los de $ 15.000 hasta los consagrados o más buscados que pueden llegar a costar $ 45.000.
Hay tres tipos de lectores santiagueños
Los santiagueños tiene ciertas características que los vendedores de las librerías pudieron especificar y pudieron separar en tres grupos:
Tres tipos de lectores y clientes:
1- “Están los lectores y los que saben lo que quieren y van con la idea de lo que buscan en un libro”, comentó Kenny.
2- Están los que buscan que lo ayuden para elegir pasar las vacaciones
3- Y luego está el investigador, el que busca en las contratapas, se toma su tiempo y de esa manera elige con tranquilidad qué es lo que se va a llevar.
“El santiagueño es muy lector, como la mayoría de los argentinos, está dentro del promedio general”, dijo Kenny.
“Todos prefieren el libro físico, por más que lean por Internet o por las aplicaciones, el libro físico no deja de ser el más elegido. Se invierte, no se tiene problema con ello, la gente tiene tiempo, vienen en familia, hay para todos los gustos”, remarcó Paula.
