Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
La Provincia Entrevista exclusiva

Le pedía a Dios vivir hasta que Mama Antula sea santa

Fernanda Concha de Coronel es una silipiqueña de 86 años que espera con ansias la canonización y quiere estar presente en el acontecimiento.

Fernanda Concha de Coronel —86 años, modista y ama de casa— le pedía a Dios vivir hasta que Mama Antula sea santa.

“Se me está cumpliendo. Espero llegar hasta el 11 (de febrero, día de la canonización de la beata santiagueña). Ya falta poquito, pienso que voy a llegar”, le manifestó la silipiqueña a Nuevo Diario y dejó entrever una sonrisa pícarona.

Villa Silípica, un pueblo que cuenta con un centenar de habitantes, recibirá a miles de personas este fin de semana. Según Carlos Concha, comisionado municipal de la localidad, se estima que arriben unos 7.000 vecinos provenientes de zonas aledañas.

“Estamos muy contentos —afirmó—. No sé si todos entenderán lo que está por pasar. Es algo tan interesante para nuestro pueblo. Lo siento así. Esperamos ansiosos ese día”.

Fernanda contó que visitó la santa Casa de Ejercicios Espirituales que fundó Mama Antula en Buenos Aires. “Fuimos con mi nieta y un grupo de jóvenes. No recuerdo hace cuántos años, pero hemos andado ahí. Fueron cinco días, en un retiro. Conocí el cuarto a donde ella dormía; el catrecito de lona, pero ya estaban las maderitas; el baúl que ella tenía para su ropita”, recordó, con notoria alegría y nostalgia.

La entrevistada aseguró que sus padres nunca le hablaron de la figura de María Antonia Paz y Figueroa. “Hace años que empezamos a conocer el tema de Mama Antula, desde que Fanny Ledesma (vecina silipiqueña) empezó a hacer el estudio sobre la vida y obra de ella. De ahí que tenemos el compromiso de ser creyentes de Mama Antula”, reconoció.

—¿Cree en Mama Antula?

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque dicen que hace muchos milagros. A mí nunca me ha hecho uno, pero siempre le pedimos y andamos bien.

Fernanda tiene problemas de salud, “pero ando”. “Hace unos días —notó— que no tengo la necesidad de usar el bastón. El año pasado he tenido muchos problemas de riñón y de vértigo. Me mareaba. Le he pedido a la Mama Antula y he mejorado muchísimo”.

A pesar de su leve discapacidad, asiste a las misas que brinda el padre Mario Tenti en la capilla que queda a pocas casas de la suya. “Cuando puedo ir, voy, si es que tengo quien me lleve —admitió—. No puedo caminar mucho, pero me voy siempre que me llevan. A veces me llevan y me trae cualquiera que sale de ahí”.

—Me imagino que va a ir el domingo...

—Si Dios quiere, sí. No sé quién me va a llevar a las 4.30, 5... No puedo andar sola, tienen que llevarme; pero quiero ir. Alguien me tiene que llevar a la capilla porque quiero estar presente. Va a ser una gran fiesta. Ya hay una gran emoción. Va a haber muchísima gente. Según el padre, van a venir colectivos. La vigilia, que van a hacer en Manogasta, estaba prevista para 1.000 personas, pero 4.000 o 5.000 van a venir desde ahí.

Fernanda sostuvo que, “hemos estado felices cuando le han dado la beatificiación”, al igual que ahora, “que va a ser santa”.

“Dios nos da un regalo que nunca hemos esperado de tener: una santa argentina, santiagueña y silipiqueña. Estoy muy contenta”, asumió, con orgullo.

—Y después de esto, ¿qué le va a pedir a Dios, que ya le cumplió su gran anhelo?

—Que me de buena salud a mí y a mi marido. Ahora viviré hasta cuando Él disponga y decida llevarme para tenerme a su lado.

Mama Antula Canonización
Seguí a Nuevo Diario Web en google news
Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso