Luisa Paz, una voz fundamental en la defensa de los derechos de la comunidad trans en Argentina desde su rol como fundadora de Divas y primera coordinadora de ATTTA, reflexiona sobre los 13 años transcurridos de la sanción de la Ley de Identidad de Género. "Esta ley es de vanguardia, porque había unos países europeos que ya tenían su ley de identidad de género, pero con ciertas limitaciones, como en España, la primera; luego la modificaron, pero la persona que se autopercibía debía pasar por exámenes médicos para acceder a la documentación. En cambio, nuestra ley, con tan solo decir cómo uno se siente, es suficiente para hacer el cambio de identidad y esa es la base", destacó Paz.
"Tengamos en cuenta que la Ley de Identidad de Género tiene diferentes artículos como el de la salud integral, el tratamiento de hormonas y muchos aspectos que conforman un amplio espectro en la inclusión, desde el trabajo, hogar y todo lo que tenga que ver en el ámbito social", explicó la referente, resaltando la integralidad de la ley. Sin embargo, Paz advierte sobre los desafíos persistentes: "Desde mi punto de vista, lograr territorializar esta ley para que las diferentes personas en su lugar de nacimiento tengan la posibilidad y las mismas oportunidades. Porque no es el mismo tratamiento del cambio del DNI en Capital Federal como uno en el interior. A sabiendas de que este tipo de leyes necesita un tiempo prolongado para que se genere un cambio en masa. Para mucha gente, sectores de la sociedad, sigue siendo una ley nueva, aunque tenga 13 años".
Finalmente, Luisa Paz expresó su profunda preocupación por el creciente discurso de odio. "Hay sectores muy duros que no quieren ese reconocimiento y con este Gobierno nacional que tenemos se incorporan e incitan posibilidades de discriminación, de odio, de estigmatización de nuestro colectivo. Y ese discurso de que se cree como ideología de género que hace años nunca estuvo, que por ellos supuestamente está instalada, y en mi caso, como puede ser, hace 50 años, yo ya sabía cómo me sentía; entonces hablamos de identidad, no de ideología". En sus palabras, se evidencia la necesidad de redoblar los esfuerzos para garantizar el pleno cumplimiento de la ley y combatir la discriminación.