En un gesto de profunda fe y compromiso comunitario, la Escuela Medalla Milagrosa dio inicio, el pasado lunes 23 del corriente, a la Semana del Sagrado Corazón de Jesús con una significativa misión pastoral desplegada en pleno microcentro de la ciudad de Añatuya (General Taboada).
Desde las primeras horas de la mañana, docentes, alumnos y familias se reunieron para instalar una carpa misionera, que se convirtió en un punto de encuentro espiritual para vecinos, comerciantes y transeúntes. Bajo este espacio de oración y bendición, quienes pasaban podían acercarse a dejar sus intenciones personales, recibir una oración y la bendición de un sacerdote, llevarse estampas religiosas y compartir un momento de reflexión y fe junto a los niños.
El testimonio más conmovedor de la jornada fue, sin dudas, la presencia activa de los pequeños misioneros, quienes recorrieron los comercios cercanos llevando la imagen y el mensaje del Sagrado Corazón de Jesús.
Con sus voces infantiles, oraron por la salud, el trabajo, la unidad y la paz de cada familia añatuyense, extendiendo un mensaje de esperanza que tocó profundamente a comerciantes y vecinos.
Este gesto, sencillo pero cargado de simbolismo, renovó en muchos la confianza en los valores comunitarios y en la importancia de cultivar la fe en tiempos de desafíos. No faltaron sonrisas emocionadas ni manos agradecidas que se unieron a la oración colectiva.
Desde la institución, manifestaron su gratitud a cada uno de los docentes que acompañaron con dedicación, a las familias que respaldaron esta iniciativa y, especialmente, a los niños que, con su ejemplo, recordaron a todos que la fe se hace vida cuando se comparte y se lleva a cada rincón de la comunidad.
Así, la "Ciudad de la Amistad" vivió una mañana distinta, "en la que el Corazón de Jesús se hizo presente en sus calles, recordando que cada nombre, cada rostro y cada historia de esta ciudad están inscriptos en ese Corazón que todo lo abraza", según expresaron los organizadores.
