Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia de la Nación, y Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, anunciaron el viernes pasado que presentarán el proyecto de una ley penal juvenil al Congreso para bajar a 13 años la edad de imputabilidad.
“Es de público conocimiento que el crimen organizado se aprovecha de niños y adolescentes para delinquir sin restricciones, evadiendo así la responsabilidad penal”, indicaron, en conferencia de prensa.
El equipo de Nuevo Diario, a propósito de este tema, habló con Beatriz Janin, una de las fundadoras del Fórum Infancias a nivel nacional, quien expresó: “Eso implica desconocer total y absolutamente la lógica adolescente: ningún chico va a dejar de delinquir porque lo puedan meter preso”.
El proyecto de ley establece un nuevo régimen penal para los adolescentes de entre 13 a 18 años que delinquen (el actual contempla sanciones para la comisión de un delito desde los 16 hasta los 18).
Janin reiteró que aunque a un niño “lo metan en una cárcel común” o “lo traten como un adulto” eso “no va a llevar a que deje de delinquir” debido a que “la lógica de los adolescentes es otra”.
“De adulto, uno dice: ‘Ay, yo no lo haría’, pero esa no es la lógica adolescente. Uno, de adolescente, quería todo inmediatamente”, apuntó.
En diciembre de 1954, durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, la edad de imputabilidad se fijó en 16 años, en el marco de una política dirigida a la protección de la infancia (Ley 14.394). Tres meses después del golpe de Estado de 1976, la dictadura cívico-militar creó nuevas figuras judiciales y bajó la edad de punibilidad a 14 años. En agosto de 1980, con el aval del dictador Jorge Videla, se sancionó la vigente Ley 22.278 que volvía a subir la edad a 16 años.
Para la fundadora, quien consideró al proyecto como “un absurdo”, el problema actual “no es la delincuencia juvenil”, sino “los suicidios en los adolescentes (en 2019 era la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años, según un estudio de Unicef)”. “En lugar de atacar al sufrimiento de ellos, se está pensando en poner el eje en algo que se sabe que es el 1% de los actos delictivos”, señaló.
La psicóloga llamó a la sociedad a “ayudarlos a (los adolescentes) a tener otras posibilidades, otro futuro y otras figuras identificatorias”, en lugar de “suponer que lo que hay que hacer es encerrarlos”.
“Los adolescentes quieren ser héroes, y mientras mayor es el peligro, más héroes son. En una sociedad donde el consumo es fundamental, y mucha gente grande supone que tener cierta marca de celular es lo que a uno lo constituye, los chicos después sienten eso”, entendió Janin, y continuó: “Los chicos muy pobres piensan que si pasan a tener un Iphone, pasan a ser alguien en el mundo; y si no lo tienen, no son nadie. Es terrible”.
Y cerró: “Socialmente tenemos que hacernos cargo, pero para darle posibilidades diferentes y no para encerrarlos”.
