Este domingo marcará un hito en la historia religiosa argentina con la canonización de María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, quien se convertirá en la primera santa argentina. Detrás de este acontecimiento histórico se encuentra Silvia Correale, una abogada rosarina que dedicó 25 años de su vida a la minuciosa investigación que respalda la elevación de Mama Antula a los altares. Silvia Correale, egresada de la Universidad Católica de Rosario (UCA), se convirtió en la postuladora vaticana de Mama Antula en 1998, iniciando así una ardua labor de investigación que culminará este domingo en la Basílica de San Pedro, en Roma, con la ceremonia de canonización. En una entrevista, Correale compartió sus emociones y el camino recorrido durante más de dos décadas. “Fue una de mis primeras causas como postuladora, en 1998. Desde entonces, trabajo en eso. Dediqué 25 años a la causa de canonización”, expresó la abogada. El reconocimiento a Mama Antula como santa se basó en la aprobación, el 24 de octubre del año pasado, de un milagro atribuido a su intercesión. Correale lideró un equipo de trabajo que estudió a fondo la vida de la religiosa nacida en Santiago en el siglo XVIII, analizando sus cartas, testimonios de contemporáneos y sus acciones. La abogada destacó la colaboración constante con personas de la ciudad de Buenos Aires y resaltó el papel fundamental del Papa Francisco en todo el proceso. “Siempre estuvimos acompañados muy de cerca por Jorge Bergoglio. El Papa siempre caminó junto a nosotros. De hecho, en el año 98 me dijo: ‘Iniciamos juntos un camino, yo como arzobispo y vos como postuladora. Mama Antula, en su tiempo, desafiando las circunstancias adversas de la expulsión de los jesuitas por España y Portugal, llevó a cabo la práctica de los ejercicios espirituales en Santiago del Estero. Con tan solo 15 años, completó su educación y hablaba quechua, dedicándose a organizar ejercicios tanto entre criollos como entre los pueblos originarios”, explicó.
