El fallo fue dictado por la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, y puso énfasis en ???la especial situación de vulnerabilidad??? de las víctimas: dos adultos y un menor, en la ciudad de Mar del Plata.

Ocurrió este jueves, cuando proyectaron uno de los ángulos del asesinato a golpes cometido por los 8 rugbiers. Comelli no aguantó las lágrimas y tuvo que salir afuera a tomar aire.

Lo reveló Tatiana Caro, que presenció el asesinato de Fernando Báez Sosa a mano de 8 rugbiers y hoy declaró como testigo. "Le estaban pegando como a una bolsa de papas, en la cabeza y en el cuerpo, con saña", devela en otro fragmento de su testimonio.

"Lo encontré tirado en el piso rodeado de gente. No se movía y noté que no tenía pulso, así que me arrodillo y comienzo las maniobras de RCP", dice un fragmento de su declaración, que fue la última de la jornada.

Las estremecedoras arengas en medio de la golpiza fueron reveladas en la declaración de uno de los amigos de Fernando Báez Sosa, que presenció cómo los 8 rugbiers lo mataban a golpes.

El joven fue falsamente acusado por los rugbiers asesinos cuando fueron detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, por lo que él también fue aprehendido y permaneció 4 días preso. Demandó a la Justicia por daños.

Aparentemente influenciado por el alcohol, el hombre escaló una pared para miccionar desde las alturas, pero trastabilló y encontró una desgraciada muerte.

Ocurrió hoy durante la segunda jornada del juicio, en donde mostraron diversos metrajes y fotos del asesinato de su hijo. A pesar de que le advirtieron, ella decidió quedarse y terminó en la desgarradora situación.

"Un masculino lo arrodilló de una piña, creo que era Enzo Comelli, y después lo tiraron al piso. ??l estaba inconsciente y le seguían dando patadas en la cabeza", dice parte del testimonio Juan Bautista Besuzzo, uno de los amigos de Fernando que vio asesinato.

La joven sufrió quemaduras en el 95%, lo que derivó en su trágico final. "¡Me mata, me mata!", fueron los alarmantes gritos que oyeron sus vecinos antes del horroroso hallazgo. El femicida ya tenía orden de captura, pero nunca fue detenido.

El joven recibió un certero impacto de bala en su espalda que puso punto final a su vida. Aún no se sabe cuánta gente estuvo involucrada y el asesino permanece prófugo.

El septuagenario mató al delincuente cuando entró a robar en su hogar en la localidad bonaerense de Lanús.

Cuando llegaron a urgencias con el niño muerto en brazos, dijeron que "se había ahogado mientras se bañaba". No obstante, su hermano le contó a la psicóloga lo que había pasado en realidad, destapando el horror que ocurrió en esa casa.