Una compungida madre se comunicó con este medio para relatar una angustiante situación que en los últimos días le tocó afrontar con su hijo de 15 años.

Según relató la mujer, el adolescente asiste a un colegio secundario del barrio Agua y Energía, de la ciudad de La Banda (ubicado en Quintana y Ruta 1), y fue víctima de un hecho ilícito en manos de otros jovencitos (exalumnos del establecimiento).

Como consecuencia, el chico pidió a su progenitora que lo cambie de turno, ya que teme concurrir y ser víctima de un nuevo robo o algo mucho peor.

"Ayer (por anteayer), a mi hijo de 15 años lo agarraron, lo pegaron, le quitaron la gorra y le querían quitar el celular, aunque él no se dejó. Llegó asustado a casa, pidiendo que lo cambie de turno. Yo le dije que iba a intentar hablar con las autoridades. Él me dijo: '¿Vos quieres verme en un cajón?'. Le pregunté quiénes eran, pero me dijo: '¿Quieres que me 'hinquen'?. Esas fueron sus palabras. Hoy (por ayer) lo obligué a que vaya, y fue porque lo llevaron en moto. Como a las 16.25, vinieron y me avisaron que esos mismos chicos iban para el colegio. Yo fui a esa hora y estaban ahí afuera de la escuela. Fui con el vicerrector y el preceptor, a avisarles que estaban ahí. Yo tenía miedo por la salida, cuando se retirara mi hijo, y me respondieron que iban a llamar a la Policía. Los efectivos vinieron y les hice ver a esos chicos, pero no nos dejaron acercarnos mucho. Nos pidieron que nos retiremos. En esos momentos volví al colegio y lo retiré a mi hijo, por miedo a que le hagan algo, y me dijeron que busque otra escuela porque ellos no pueden hacer más nada, y que denuncie. Ahora mi hijo no va a poder ir al colegio", cerró.

También compartió unos audios que fueron grabados luego, cuando lograron acercarse a los presuntos atacantes. Cuando ella les consultós acerca de por qué se la habían "agarrado" con su hijo, uno de ellos respondió "pregúntele a él por qué", tras lo cual, el mismo joven agregó: "El otro día andaba él con otro, y ellos dos me han empezado a 'hondear'".

Por el momento, no se habrían tomado otras medidas y, al parecer, el episodio habría sido una especie de leve "ajuste de cuentas" entre menores que, ojalá, ya haya llegado a su fin y de esa manera no haya que lamentar situaciones peores.