Este 25 de mayo se cumplen 100 años de la inauguración del emblemático Grand Stadium Santiagueño, cuna del deporte en la provincia y uno de los primeros estadios olímpicos del norte argentino. Ubicado en la intersección de avenida Roca y 3 de Febrero, en el sur de la capital, este escenario fue oficialmente abierto al público en 1925 por el Club Atlético Mitre, convirtiéndose desde entonces en el símbolo indiscutido del desarrollo deportivo, social y cultural de Santiago del Estero.
El génesis del deporte provincial
El Grand Stadium fue mucho más que una cancha: fue la respuesta visionaria de los fundadores del Club Mitre a una época en que el fútbol y otras disciplinas se practicaban en baldíos sin comodidades ni condiciones básicas. Hasta entonces, los encuentros deportivos se realizaban en el Gimnasio Newbery, un campo arenoso y precario ubicado en el actual predio de la Escuela Técnica N°3 Ing. Santiago Maradona.
Adquisición del predio y benefactores clave
El terreno fue adquirido en tres etapas. En 1920, gracias a la gestión del entonces presidente del club, Dr. Luis F. Soria, se aceptó la donación de la parte oeste por parte del Dr. Napoleón Taboada. Luego, en 1923, se amplió la superficie tras las crecidas del Río Dulce, y finalmente, en 1954, durante la presidencia de Armando Zaccardi, se concretó la tercera compra que permitió construir nuevas instalaciones.
Entre los benefactores más recordados están, además de Taboada, el senador nacional Pedro Llanos, cuyo apoyo logró aportes nacionales clave, y el Dr. Adrián Beccar Varela, presidente de la Asociación Amateur, quien realizó gestiones vitales en Buenos Aires. También fue fundamental el respaldo del gobierno provincial, canalizado por el Dr. Manuel Cáceres.
Inauguración y primeras competencias
La inauguración del estadio se celebró con un torneo atlético de una semana, que incluyó múltiples pruebas de pista y campo, y tres partidos de fútbol de carácter interprovincial. El acto oficial inició con la bendición de las instalaciones, la entonación del Himno Nacional Argentino y la presencia de autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Más de 3.000 personas asistieron, un récord para la época.
Los encuentros deportivos destacaron por la participación de equipos como San Martín de Tucumán y Sportivo Almagro de Buenos Aires. Mitre venció en ambos partidos (2-1 y 1-0, respectivamente), y la Liga Cultural de Santiago empató 1-1 ante Almagro.
Una obra arquitectónica sin precedentes
La primera tribuna oficial, diseñada por el ingeniero Miguel Terrera, marcó un hito en la infraestructura deportiva nacional. Fue construida en cemento armado, con una sólida base estructural y detalles de confort inusuales para la época. Contaba con palco oficial, galerías cubiertas, vestuarios con duchas, sala de primeros auxilios, salones para socios, confitería, secretaría y hasta un salón museo donde se exhibían los trofeos de la institución.
El estadio albergaba, además del campo de fútbol, cancha de bochas, pista de atletismo, pista para ciclismo y motociclismo, e incluso una cancha de básquet. Fue el primer estadio con luz artificial en la provincia y es considerado actualmente como el más antiguo del país y de Sudamérica en su diseño original aún vigente.
Mitre y su legado centenario
Durante un siglo, el Grand Stadium fue escenario de los eventos deportivos, culturales, sociales, religiosos y políticos más importantes de Santiago del Estero. Por su césped pasaron selecciones nacionales, clubes extranjeros, figuras emblemáticas del deporte y miles de santiagueños que vivieron allí jornadas inolvidables.
Un siglo después, aún erguido
Hoy, 100 años después de su nacimiento, el Grand Stadium continúa de pie como símbolo de historia, identidad y pasión deportiva santiagueña. Aquel sueño de tierra propia, de un estadio para todos, sigue vivo. Su tribuna, su campo y sus muros guardan los ecos de generaciones que dejaron cuerpo y alma en cada partido, en cada encuentro, en cada lucha.
En esta fecha patria, la memoria colectiva rinde homenaje a los pioneros del deporte local, y celebra el centenario de un templo que sigue latiendo al ritmo del aurinegro, con la misma fuerza de aquel 25 de mayo de 1925.
Con información de CPN Lucas Serafini
Vicepresidente
Historiador
Club Atlético Mitre