Más de 870.000 personas han huido ya de Ucrania, según las últimas cifras de ACNUR. Las víctimas civiles confirmadas por la oficina de derechos humanos ascienden a 142, pero el número real se teme que es mucho mayor.
Según la última actualización humanitaria de la ONU, zonas densamente pobladas, incluida la capital, están sometidas a un fuego continuo, con enfrentamientos periódicos, explosiones, así como ataques aéreos y el uso de sistemas de lanzamiento múltiple de misiles.
En las provincias de Donetsk y Luhansk, continúan los combates activos a ambos lados de la línea de contacto. En algunas zonas, entre ellas Járkov y Mariupol, la población no puede abandonar las zonas de combate activo, rodeada por las fuerzas armadas y debido a la contaminación de las carreteras por municiones sin explotar y a los daños o la destrucción, precisa la ONU.
Los daños en las infraestructuras han dejado sin electricidad a 400.000 personas en Donetsk y Górlovka, a ambos lados de la "línea de contacto".