
Una fuerte escena de civismo y reclamo se vivió anoche en la ciudad de San Miguel de Tucumán, cuando decenas de ciudadanos exigieron poder acercarse a la Casa Histórica para cantar el Himno Nacional, en el marco de la vigilia por el Día de la Independencia.
La convocatoria espontánea comenzó ayer alrededor de las 23:30, cuando vecinos y turistas comenzaron a reunirse en la esquina de Congreso de Tucumán y San Lorenzo, el punto más cercano a la sede histórica por su acceso sur. Sin embargo, vallas de contención y un operativo policial impidieron el paso, generando malestar e indignación entre los presentes.
“Sentimos que nos alejamos de algo que es nuestro”, expresó Diego M., uno de los ciudadanos que se acercó a conmemorar la fecha patria. “No somos delincuentes, somos el pueblo”, gritaban otros, visiblemente molestos por el fuerte cordón de seguridad dispuesto en la zona.
Muchos esperaban que, ante la ausencia del presidente Javier Milei, quien canceló su viaje por motivos climáticos, el control en el lugar fuera más relajado. Pero no fue así: el perímetro se mantuvo cerrado, tal como ocurre habitualmente durante las visitas presidenciales en fechas patrias.
“Parece que la fiesta es de ellos, no del pueblo”, lamentó otra mujer, aludiendo a la sensación de exclusión que reinaba en la noche tucumana. La escena tomó fuerza simbólica cuando los presentes comenzaron a corear a viva voz: “¡Queremos pasar, queremos pasar!”, como un gesto de apropiación de la memoria colectiva.
La tensión fue aliviada momentos después por una cálida intervención de los oficiales y suboficiales salteños del Regimiento de Caballería 5, quienes ofrecieron a los presentes un pequeño show folklórico, con música y baile, que generó sonrisas y cerró la jornada con un mensaje de unión y tradición.
Con información de La Gaceta