
Hace algunos minutos, los portales de noticias de todo el país se inundaron con la triste noticia del fallecimiento de Heráclito Catalín Rodríguez, más conocido como Horacio Guarany, el entrañable cantautor argentino nacido en Santa Fe.
Padrino musical de fenómenos como "La Sole", Abel Pintos y Luciano Pereyra, Horacio Guaraní desplegó una intensa carrera que le valió no sólo el respeto de todo el arco del folklore sino también de la música en general.
En 1985 obtuvo el Premio Konex de Platino como el más importante cantante masculino de folklore de la historia en Argentina.
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Su padre, Jorge Rodríguez, era un indígena correntino, y su madre, Feliciana Cereijo de Rodríguez, había nacido en León (España).
Su padre trabajaba como hachero de la empresa británica La Forestal cuando el 15 de mayo de 1925, cerca de Guasuncho o de Intillaco, en pleno monte del Chaco Austral, nació el antepenúltimo de 14 hermanos, Eraclio Catalín, aunque fue anotado en la cercana localidad de Las Garzas, y quien pasará su infancia en Alto Verde (distrito que actualmente forma parte de la ciudad de Santa Fe).
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De niño gustaba de la música, del canto, y aprendió a guitarrear con el maestro Santiago Aicardi. En 1943 viajó a Buenos Aires a intentar con el canto. Vivió en una pensión, y cantaba en el Barrio de La Boca, en el boliche La Rueda, sobreviviendo. Trabajó luego embarcado de cocinero, y también como foguista.
Se inició con la Orquesta de Herminio Giménez, cantando música paraguaya y en idioma guaraní. En 1957 debutó en Radio Belgrano de Buenos Aires, consiguiendo que su interpretación de "El mensú" (de los hermanos Ramón Ayala y Vicente Cidade), se difundiera en las estaciones de radio.
Fue pionero del Festival Nacional de Cosquín en 1961, y fue un clásico, año tras año con conocidas composiciones como "Guitarra de medianoche", "Milonga para mi perro", "La guerrillera", "No sé por qué piensas tú", "Regalito" o "Si se calla el cantor".
Muchas de sus célebres composiciones musicales acompañaron las letras del gran poeta tucumano Juan Eduardo Piatelli, canciones como "Canción del perdón" o "No quisiera quererte", entre tantas otras.