
Pérdidas de reserva, devaluación de un 60%, arreglo con los holdout, miles de despidos, incumplimientos en los contratos de futuro del Rofex y MAE y una inflación de un 4% mensual son algunas de las principales características que presentan estos primeros meses de la gestión de Mauricio Macri.
¿Se podría haber evitado la devaluación?
La respuesta es un No rotundo. La pregunta es, cómo se llegaba a esa devaluación si, en forma gradual como proponía el equipo económico de Scioli o a través de un shock como dijo que haría desde un primer momento el equipo de Mauricio. La apreciación del dólar era necesario, dada las malas condiciones que afrontaba hace algunos años el sector exportador.
Por esta situación de pérdida de competitividad es que se decidió beneficiar al campo con 4 medidas: Devaluar nominalmente al peso, quitar las retenciones (en forma gradual para la soja), combatir la inflación y se está pensando en ampliar los plazos de liquidación de la cosecha.
Todo esto a cambio de que dicho sector ingrese semanalmente la suma de USD 400 millones, donde según el propio gobierno incumplieron, mientras que el sector agrícola dice lo contrario.
Las reservas
Esto, impactó de lleno en las reservas, donde luego de la eliminación del cepo cambiario el peso llegó a tocar los $16, obligando al Central a poner sobre la mesa la suma de USD 2.000 para contenerlo y a su vez elevar las tasas de las lebac en un 6% adicional.
La demanda del dólar oficial es tal que llegó a cotizar por arriba del paralelo, que se negocia en las financieras y cuevas.
Esta pérdida de reservas causó un enfrentamiento entre el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, con el titular del Palacio de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, donde el primero le reclama que reduzca aún más el déficit mientras que el ministro de Economía le pide que no tenga miedo y ofrezca más dólares para contener la suba.
Cabe recordar que las reservas al 16/12/2016 eran de USD 24.164 millones, luego el gobierno obtuvo un crédito puente de USD 5.000 millones convirtiendo letras intransferibles del Tesoro entregadas como seguro a los bancos que le otorgaron.
Ahora ponerle un techo al crecimiento del dólar, para que este incremento no se traslade a los precios le costó al Central nada menos que USD 1.900 millones.
El dólar ya registra un salto del 20% en lo que va del año. Sin demasiadas reservas para sacrificar, se evidenció que aplicando solamente políticas de ortodoxia, como bajar la emisión monetaria de un 40% a un 25%, y elevar las tasas de interés a un 37%, no fueron suficientes para contener la escalada. Es evidente que con este incremento el BCRA dejó de ver barato al dólar (para 35 días la tasa era de 31%). Esto tuvo como consecuencia un encarecimiento del crédito y un efecto desplazamiento del sector privado (Crowding out).
Ahora sólo resta esperar el acceso a los mercados financieros internacionales y el grueso de la liquidación sojera en los meses de abril y mayo, que podrían generar un retroceso en la cotización de la divisa verde.
Sólo que para salir del default se deberá emitir otra deuda más por un USD 15.000 millones que sumado al crédito mencionado anteriormente llegamos a la cifra de los USD 20.000 millones. Cifra muy alta si se considera que recién transcurrieron 70 días de gobierno y una vez obtenido ese importe es el puntapié para obtener nuevamente un tercer financiamiento, pero a tasas más bajas.
Insuficientes
Descontando la alta absorción del peso realizada por el BCRA, lo cierto es que el resto de las medidas tomadas, tales como devaluación, quita de retenciones y subsidios no hicieron más que confirmar que las medidas monetaristas tomadas fueron insuficientes ya que las expectativas de devaluación para este año se ubican arriba del 32%. Esto último logra que no convenzan los niveles actuales de tasas de interés y los inversionistas se estén volcando nuevamente al dólar.
Hay quienes hablan de una devaluación exitosa al haberse incrementado los precios en un 10% bimestral aproximadamente y un dólar que se revalorizó casi un 60% desde que asumió el nuevo gobierno, lo cierto es que sin Indec y tomando de base los precios que cada ciudadano observa en su vida diaria, se podría decir que no fue para nada exitosa.
Los productos en los supermercados, materiales de construcción etc. no paran de aumentar todos los días.
Por lo pronto, de no entrar fondos frescos al país, seguir el ritmo creciente de pagos de importadores y envío de dividendos, no está descartado para nada un overshooting.