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Opinión Días complicados para el Gobierno nacional

Leyes, despidos y amenaza de veto, la batalla que se viene

Guido Braslavsky

El gobierno de Mauricio Macri quedó bajo fuerte presión desde el miércoles, luego de que la oposición en ambas cámaras del Congreso obtuviera dictámenes en las respectivas comisiones de Trabajo, para prohibir los despidos e instaurar la doble indemnización.

 

El proyecto que más pronto llegará al recinto es el del Senado, que podría tener media sanción en la sesión del próximo miércoles.

Es la más “light” de las iniciativas: prohíbe despidos por sólo 180 días, y desde la sanción de la ley.

 

Contracara

 

En Diputados, en cambio, la propuesta va mucho más a fondo: es retroactiva al 1 de marzo y prohíbe los despidos hasta el 31 de diciembre de 2017. En ambos casos, la doble indemnización es opción para el trabajador, si acepta el fin del vínculo laboral.

No hubo prohibiciones, pero sí doble indemnización de 2002 a 2004, una medida que se consideró exitosa como disuasivo ante las reducciones de personal en lo que fue la peor crisis en décadas.

 

Pese a la fuerte presión, y a la simpatía que logra el proyecto entre quienes viven de un salario, la concreción efectiva tiene muchas complicaciones por delante. Las pymes y el mundo empresario han puesto el grito en el cielo. Y desde el Gobierno se ha hecho saber que de prosperar —en un Congreso donde el oficialismo no cuenta con mayoría en ninguna de las cámaras—, el Presidente está dispuesto a vetar una eventual ley. “Es un error, una ley mala para los argentinos”, avisó Macri.

 

En el oficialismo parlamentario aseguran que no trabarán el tratamiento por fuera de lo reglamentario, que darán el debate. Si hay media sanción en el Senado, ese proyecto emprenderá el camino de las comisiones en Diputados. Y en esta Cámara, el dictamen que tuvo luz verde debe pasar ahora el filtro difícil de la comisión de

Presupuesto. Llegaría allí, con demasiada suerte, recién hacia el 10 de mayo.

 

El 3, esa comisión discutirá el proyecto enviado por el Ejecutivo para reintegrar el IVA a la canasta básica.

La estrategia oficial es patear para adelante, hacer audiencias (convocarán al ministro de Trabajo Jorge Triaca y a representantes empresarios), intentar que los proyectos se caigan, para evitar el costo de una derrota en la votación y, sobre todo, de un eventual veto presidencial.

 

En Diputados observan las fisuras por este tema en el Frente Renovador de Sergio Massa, que no comulga con el espíritu prohibitivo del proyecto, aunque varios de sus legisladores de extracción gremial —como Facundo Moyano— lo impulsen fervientemente.

El massismo ha presentado un proyecto que busca dar una alternativa, basado en incentivos fiscales a las pymes para que sean generadores de empleo.

 

Optimismo

 

Estos cálculos se completan con el optimismo de que la economía se va a recuperar, la inflación bajar y un cambio de clima que permitirá volver a crear trabajo genuino. Un pronóstico muy poco compartido por economistas y analistas que no son del gobierno. Aún una lluvia de inversiones, si la hubiere, podría beneficiar a sectores concentrados y de poca captación de mano de obra, advierten.

 

La tensión podría crecer, y mucho, si las cosas no mejoran y se consolidara la idea de que hay “una ola de despidos”. Y será clave la actitud que tomen los líderes sindicales. Que por ahora reclaman, pero se muestran prudentes. El 29 de abril, por el Día del Trabajo, las tres CGT y las dos CTA, unidas como no se vio en años, harán una demostración de fuerza que se vaticina gigantesca y será en sí misma todo un mensaje a la Casa Rosada.

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