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Opinión Por Redacción del Nuevo Diario

La Ley de Gases: La democracia con aroma a lacrimógeno

La ironía se respiraba en el aire, junto con una generosa cantidad de gas lacrimógeno. El artículo de opinión por Nuevo Diario.

En una escena digna de una película de acción o de drama, el Senado de nuestro querido país aprobó, en medio de una sinfonía de amenazas, cambios de votos por cargos y la melodiosa represión a los manifestantes, la tan discutida Ley Bases. La votación, que terminó en un fotofinish con un empate 36 a 36, fue desempatada por la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien no solo justificó su voto, sino también la entusiasta represión en las afueras del Congreso. Ah, la democracia en su máxima expresión.

La ironía se respiraba en el aire, junto con una generosa cantidad de gas lacrimógeno. Porque, ¿qué mejor manera de celebrar un triunfo legislativo que asegurando que la voz del pueblo se oiga, pero a la distancia, y preferiblemente con la vista nublada por el gas? Los efectivos de seguridad, quienes hasta lloraron frente a las cámaras por la represión, en su despliegue se encargaron de convertir una pacífica manifestación en una escena de caos y desorden. Después de todo, no todos los días se tienen más de 40 heridos, incluyendo cinco legisladores de Unión por la Patria.

Pero no nos desviemos del verdadero héroe de esta narrativa: Javier Milei. En un acto de sacrificio personal, decidió demorar su partida hacia el G7, todo para asegurarse de que la sesión se resolviera. Porque nada dice "compromiso con el país" como un pequeño retraso en un vuelo de lujo a una cumbre internacional, mientras en casa se juega una partida de ajedrez político con piezas humanas.

Mientras tanto, en las afueras del Congreso, las fuerzas de seguridad ejecutaron una coreografía que incluyó balas de goma, gas lacrimógeno y agua de carros hidrantes, que bien podría competir en sincronización con cualquier espectáculo acuático. Los manifestantes, conmovidos por tal despliegue de atención, respondieron en casos aislados con piedras, botellas y, para darle un toque de adrenalina, bombas molotov. La culminación del acto se dio cuando un grupo de entusiastas espectadores decidió dar vuelta un móvil radial de Cadena 3 y prenderlo fuego, asegurándose de que el evento quedara bien cubierto en los medios.

Todo un completo caos que terminó con un empate, una vicepresidente determinando el futuro del país y un presidente que piensa que el "triunfo" se basa en la masacre de un pueblo.

DS

DS Milei Ley Bases
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