La partida del Papa Francisco el pasado 21 de abril dejó un vacío profundo no solo en la Iglesia, sino también en el corazón de millones de fieles alrededor del mundo. Su legado, marcado por la cercanía, humildad y compromiso con los más necesitados, imprimió una era de renovación espiritual y social sin precedentes. Ahora, en un momento de transición, se avecina el próximo cónclave, que tendrá lugar entre el 5 y el 10 de mayo, donde se elegirá al sucesor de Francisco.
Este cónclave, compuesto por 133 cardenales electores provenientes de 73 países, tendrá como factor clave la diversidad cultural y pastoral a la hora de elegir al nuevo Papa. En este escenario, dos cardenales argentinos se perfilan como serios candidatos para asumir el liderazgo de la Iglesia: Víctor Manuel Fernández y Ángel Rossi, quienes no solo han sido cercanos colaboradores de Francisco, sino que comparten sus valores y visión para la Iglesia.
Cardenal Víctor Manuel Fernández
Nacido en 1962 en Alcira Gigena, Córdoba, el cardenal Fernández tiene 62 años y es un teólogo y biblista de renombre. Ha sido rector de la Universidad Católica Argentina y es autor de cerca de 200 libros, muchos de los cuales abordan cuestiones teológicas y pastorales relevantes para los tiempos modernos. Su cercanía con Francisco lo ha llevado a desempeñar un papel crucial dentro de la curia romana, siendo nombrado en 2023 Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, además de ser creado cardenal ese mismo año.
El perfil de Fernández se caracteriza por su sólida formación intelectual, unida a una profunda apertura hacia los desafíos contemporáneos. Como cercano colaborador de Francisco, ha acompañado muchas de las reformas pastorales del Papa, y su elección podría representar la continuidad de ese impulso de renovación en la Iglesia.
Cardenal Ángel Rossi
Por otro lado, el cardenal Ángel Rossi, jesuita como Francisco, nació en 1958 en Córdoba y tiene 66 años. Ordenado sacerdote en 1986, fue discípulo de Jorge Bergoglio durante el noviciado. Con una formación en Teología Espiritual obtenida en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Rossi ha dedicado su vida al servicio pastoral, siendo el fundador de Manos Abiertas, una organización que atiende a los más necesitados.
Nombrado Arzobispo de Córdoba en 2021, una de las diócesis más importantes del país, su vida ha estado marcada por un fuerte compromiso con los pobres y por una espiritualidad profundamente ignaciana y misericordiosa. Su perfil pastoral refleja un liderazgo que no solo se enfoca en la predicación, sino también en la acción concreta en favor de los más marginados, lo que resuena con el mensaje de Francisco de salir al encuentro de las periferias.
El legado y la renovación de la Iglesia
Ambos cardenales, aunque con estilos complementarios, representan un modelo de liderazgo profundamente pastoral y comprometido con los valores del Evangelio, tal como lo ha hecho Francisco. La posibilidad de que uno de ellos asuma la sucesión papal podría interpretarse no solo como la repetición de una historia, sino como una oportunidad para renovarla. Apostar por otro argentino sería, tal vez, apostar nuevamente por una Iglesia dispuesta a desafiar los límites tradicionales, a salir a las periferias, a tender puentes y abrir puertas donde muchos solo ven muros.
En un momento crucial para la Iglesia, los cardenales Rossi y Fernández encarnan la esperanza de continuar con el legado de renovación iniciado por Francisco, profundizando en una Iglesia que no teme transformar su presencia en el mundo, sino que la busca constantemente para acercarse a quienes más la necesitan.
La pregunta que se plantea no es solo si habrá otro Papa argentino, sino si la Iglesia está dispuesta a continuar con la visión que Francisco legó, una visión inclusiva, de diálogo y de esperanza en medio de un mundo cada vez más dividido. La respuesta podría llegar en las próximas semanas, cuando el cónclave comience a deliberar sobre el futuro de la Iglesia Católica.
Con información de Guillermo Marcó, en su artículo para Infobae.