Un vecino de la localidad de Villa Mailín, departamento Avellaneda, puso en venta una motocicleta y aparecieron potenciales compradores. Luego de llegar a un acuerdo económico, el hombre de apellido Coria les vendió el rodado a dos hermanos de La Banda hace pocas semanas. Sin embargo, la moto fue secuestrada por la Policía en los últimos días mientras era conducido por uno de los compradores en la vecina ciudad, debido a que tenía pedido de secuestro.
De acuerdo con las averiguaciones policiales, luego de que les incautaran el rodado, los bandeños se pusieron en contacto con el vecino de Mailín y le dijeron que lo buscarían, a fin de realizar los papeles de la transferencia. En efecto, el vendedor fue trasladado a La Banda anteayer a la tarde y como se hizo de noche, los bandeños le pidieron que se quedara en su casa y a la mañana siguiente realizarían los trámites, por lo que el visitante no se negó.
Por la noche, la familia de Coria comenzó a recibir mensajes de que tenían secuestrado al hombre, le enviaron una foto de él y que debían depositar $ 1.500.000 para liberarlo. Realizaron una denuncia en la subcomisaría de Villa Mailín y se informó el hecho a la Dra. Alejandra Sobrero, representante de la Unidad Fiscal Añatuya, que ordenó que se diera intervención a la Dirección General de Investigaciones.
Mientras proseguían las negociaciones telefónicas para liberar a Coria, los policías realizaban averiguaciones para identificar a los secuestradores y ubicar el domicilio donde lo tenían. La venta de la moto fue el punto de partida de la investigación y determinaron que los compradores eran bandeños. Finalmente, establecieron que serían del barrio El Paraíso.
Con órdenes judiciales irrumpieron ayer a la mañana en tres casas y en una de ellas, detuvieron a dos hermanos de apellido Barbero, quienes serían mecánicos. En la casa también estaba Coria, quien dormía y desconocía todo lo que habían tramado los sospechosos a sus espaldas.
Los acusados pretendían recuperar $ 1.500.000 que habían pagado por la moto, aunque a través de un falso secuestro.
La víctima regresó a Mailín y se reencontró con su familia que vivió momentos de desesperación. Manifestó a los policías que él había comprado la moto de segunda mano y que ya habría tenido otros dueños.
