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Política

Sabag Montiel: “Yo la quería matar a Cristina Kirchner y Brenda Uliarte quería que muera”

Luego de varios planteos de los abogados, se dio inicio al debate y Fernando Sabag Montiel quiso declarar. También son juzgados Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.

Comodoro Py es el escenario del juicio contra “la banda de los copitos”, acusados por el intento de asesinato a la expresidenta Cristina Kirchner. En la primera audiencia, los abogados defensores buscaron suspender el juicio, solicitud que fue rechazada por los jueces.

Tras varios planteos de los letrados, se dio inicio al debate y Fernando Sabag Montiel pidió declarar. “El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político”, dijo y agregó: “Yo quería matar a Cristina”.

Consultados por los hechos que lo motivaron a hacer el atentado, sostuvo: “La doctora Kirchner es corrupta, roba, hace daño a la sociedad y demás cuestiones que son sabidas. Me sentí humillado porque pasé de tener un buen pasar económico a vender copitos. Ella es la cúspide de la jerarquía política y la culpable de todo”. Y denunció: “Uliarte y Carrizo recibieron dinero de CFK para autoinculparse y para agravar la causa”.

Sabag Montiel es considerado por la Justicia como autor del homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa. Su exnovia, Brenda Uliarte, está imputada como partícipe necesaria. En tanto, Nicolás Carrizo, está procesado como partícipe secundario.

Sobre su relación con Uliarte, contó: “Éramos amigos con derechos, una relación que no se puede tomar como un noviazgo y que empezó un mes antes del atentado. Nosotros no compartimos posiciones políticas porque yo me considero apolítico”.

Y trató de sacarle responsabilidad en el hecho: “Brenda escuchó mis ideas y hasta donde quería llegar. Compartió conmigo algunas cosas, pero no estaba segura de lo que yo podría llegar a hacer. Lo tomó como un juego de niños, o una muestra de valentía para tratar de quedar bien con la gente. Pero no puso un pie en la realidad y no pensó que podríamos estar presos. Me hubiera gustado que ella hubiera frenado todo esto. No midió las consecuencias”.

La jornada comenzó a las 10.30 en la sala AMIA del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6, integrado por Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. El arranque se demoró más de una hora, ya que estaba previsto para las 9. De un momento a otro, la sala se llenó de fotógrafos que buscaron tener la imagen de los imputados. Sabag Montiel, desafiante, saludó a las cámaras y mostró un cartel que decía “me tienen secuestrado”.

Uliarte, bastante desalineada, llegó junto a su abogado defensor. Se sentó en la parte de atrás de los banquillos de los acusados y mantuvo un perfil bajo. Carrizo, de traje y con el pelo atado, no pasó desapercibido. Cuando las partes ocuparon sus lugares, el personal de Comodoro Py acomodó a los periodistas y al público en general detrás de un blindex.

Minutos después, el secretario judicial inició con la lectura de los cargos contra los tres acusados, los fundamentos y el requerimiento de elevación a juicio. De manera pormenorizada, describió la secuencia de los hechos, según se desprendió de la investigación, así como también todas las pruebas que presentó la fiscalía y las declaraciones de los imputados.

Pidió disculpas varias veces por tener que repetir los exabruptos que usaron los acusados por Whatsapp para referirse a la expresidenta. Mientras tanto, los jueces tomaron nota en sus cuadernos. Luego de cuatro horas, el secretario concluyó con la lectura del requerimiento y comenzó la fase preliminar al debate

 

Los abogados defensores pidieron suspender el juicio

La fiscal de juicio Gabriela Baigún adelantó que pedirá incluir la violencia de género como agravante. “Entiendo que los acusados limitaron o intentaron limitar el desarrollo propio en la vida política de la mujer, en este caso el de Cristina Fernández de Kirchner”, dijo. Esto podrá resolverse al final del debate.

Hubo cruces entre los abogados de la defensa con la fiscalía y la parte querellante por la incorporación de pruebas. Por un lado, el abogado de Carrizo, Gastón Marano, reclamó que no se incluyeron pruebas que presentaron durante la instrucción, que tampoco se incorporaron por lectura.

Al respecto, el abogado de Cristina Kirchner, Juan Manuel Ubeira, aseguró que ese reclamo no puede ser tomado en cuenta porque “no lo tomó por sorpresa”. Por eso, la jueza resolvió que no hubo un agravio o violación al derecho de la defensa.

Marano insistió en su pedido y redobló la apuesta: pidió suspender y hacer un debate con un jurado popular. Cuestionó que tanto la querella y la defensa intentarán debatir un supuesto hecho con “connotaciones políticas”, dado que la víctima es una figura importante en este ámbito. “Entre los testigos va a saltar la grieta, y se va a saber si simpatizan por Cristina, por Macri o por Milei. No va a haber subjetividad”, sostuvo.

Cuando terminó de hablar el abogado de Uliarte, Sabag Montiel levantó la mano y pidió la palabra: “Me parece innecesario que se haga por jurados”, dijo.

Por su parte, Alejandro Cipolla también pidió suspender el debate, pero por un motivo distinto: alegó que no lo dejaron hablar con Uliarte, su cliente en este juicio. “El personal del Servicio Penitenciario violó la privacidad con mi asistida, nos grabó cuando fuimos al baño a conversar y no me dejó compartirle un documento relevante para este debate”, sostuvo.

La presidenta del tribunal salió de la sala a deliberar y después de 10 minutos resolvió rechazar todos los pedidos de la defensa. “No es tiempo, ni la forma de hacer el pedido”, sostuvo. La fiscal opinó al respecto y expresó: ”Me parecen más planteos dilatorios que jurídicos”.

El Poder Judicial permitió que las cámaras tomen imágenes dentro de la sala este miércoles por única vez, ya que luego habrá un gran operativo de seguridad para resguardar a los testigos que tendrán que declarar en el juicio. Entre ellos figura Cristina Kirchner, que además es querellante en la causa, aunque se espera que su testimonio se produzca después de la feria judicial de invierno, según confirmó a TN su abogado.

La fiscal Gabriela Baigún está al frente de la acusación, junto con la querella integrada por los abogados de Cristina Kirchner, que además de Ubeira está presidida por el letrado Marcos Aldazábal. Adelantaron que buscará demostrar la premeditación y la gravedad del atentado.

Por su parte, la defensa de Sabag Montiel está a cargo de Fernanda López Puleiro, quien desde un primer momento intentó demostrar que su defendido no está apto para afrontar un juicio. Cruzado de manos, el acusado escucha atentamente a los abogados.

 

Así fue el ataque a Cristina Kirchner en su casa de Recoleta

El ataque ocurrió el 1 de septiembre de 2022. Esa noche, la entonces vicepresidenta llegaba a su casa, en la esquina de Montevideo y Juncal, en el barrio porteño de Recoleta, donde la esperaba un enorme grupo de militantes que decidieron mostrarle su apoyo tras ser condenada a 12 años de prisión en la causa Vialidad.

Para la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°2 porteña, a cargo de Carlos Rívolo, el autor material del intento de magnicidio fue Sabag Montiel, un ciudadano brasileño que vivía en el barrio porteño de Villa del Parque.

En el expediente se describe que a las 20.52, el hombre de 37 años, “aprovechando el estado de indefensión” generado por la multitud que se agolpó en la calle para recibirla, apuntó hacia la cara de CFK y apretó el gatillo a corta distancia con una pistola semiautomática calibre.32, pero la bala no salió.

El arma fue encontrada en el lugar de los hechos y el atacante fue detenido por un grupo de militantes de La Campora que auspiciaba de “seguridad”. Haciendo un cordón humano, lograron parar a Montiel cuando intentaba huir de la escena. Después se sumaron tres custodios de Cristina Kirchner, quienes redujeron al atacante y resguardaron la escena.

A metros de él estaba Brenda Uliarte, su pareja. Para la fiscalía, la imputada fue la autora intelectual, acompañando en el hecho y “prestando su apoyo logístico y moral”. Incluso aseguran que conocía el plan homicida y también el arma con el que se iba a ejecutar el crimen.

La mujer fue tomada ese día por una cámara de seguridad municipal del barrio porteño de Recoleta, exactamente a las 21.27. Llevaba una mochila color gris y una bolsa con un paraguas.

Por último, la Justicia involucra a Nicolás Gabriel Carrizo, empleador de Montiel y Uriarte en la venta de copos de azúcar.

El líder de la famosa “banda de los copitos” habría intervenido de “forma activa” en la planificación del hecho y hasta le habría dado al atacante un arma para que matara a la vicepresidenta. Sin embargo, esa pistola no fue la usada el día del atentado. Aun así, fue incorporado en el expediente como partícipe secundario.

Desde entonces, la investigación reunió una abundante cantidad de pruebas, incluyendo audios, chats, testimonios y pericias científicas. A cargo de la instrucción de la causa estuvieron la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.

Entre los elementos más contundentes que se recolectaron desde un principio se encuentran los videos registrados por los seguidores de la expresidenta, quienes estaban filmando con sus celulares la llegada de CFK y captaron -casi de casualidad- el momento del disparo.

A su vez, las cámaras de seguridad de la zona de Recoleta captaron el arribo de los acusados y la posterior huida. Y fueron incorporadas al expediente una gran cantidad de conversaciones de WhatsApp entre los acusados, que revelan la planificación y coordinación del atentado.

Además, el arma utilizada en el intento de asesinato fue encontrada en poder de Sabag Montiel, y se recuperaron registros de movimientos y comunicaciones que vinculan a los tres acusados con la preparación del ataque.

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