La Unión Europea (UE), Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y Australia acordaron el viernes pasado la medida, que generó rechazo de Rusia y críticas del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, que quiere que el tope sea la mitad de alto.
Las bajas se registraron durante operaciones militares en las localidades de Artemovsk, Shevchenko y Yagodnoye.
Según indicaron desde el Ministerio del Interior ucraniano, la región más afectada es Jarkov, con 112 pueblos aislados.
"¿Qué fue lo que dijo Biden en realidad? Dijo que las negociaciones solamente son posibles después de que Putin abandone Ucrania", señaló el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, en rueda de prensa.
La medida está dirigida al petróleo transportado por mar y no afectará al que llegue a Europa a través de oleoducto.
El ministro de Relaciones Exteriores dijo que se debe tener mucho cuidado si las conversaciones sobre un alto al fuego son iniciadas por Vladimir Putin ya que podrían tener segundas intenciones.
"Siempre alcanzamos nuestro objetivo y la economía de Rusia será destruida y Rusia deberá asumir la responsabilidad de todos sus crímenes", afirmó en Telegram el jefe de gabinete presidencial en Kiev, Andriy Yermak.
El mandatario francés remarcó la importancia de proteger la central de Zaporiyia, que es la más grande de Europa y que podría provocar desastres mayores a los de Chernobyl en el peor de los casos.
El canciller ucraniano Dmytro Kuleba apuntó contra Rusia por ejercer una "campaña del horror" con diversos ataques a sus embajadas, que van desde entregas con paquetes viscerales hasta un atentado terrorista en su embajada madrileña.
"Es vital para el interés nacional de Estados Unidos ayudar a Finlandia a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa preparada y fuerte", expresó el Departamento de Estado en un comunicado en el que se detalla que dicho arsenal está formado por misiles Stinger.
"Hemos establecido contacto con la Federación Rusa en varias ocasiones sin resultado. Debido a ello, la recolección de pruebas es difícil", dijo desde Kiev la bosnia Jasminka Dzumhur, integrante de la misión de expertos.
Así lo denunció Dmytro Kuleba, el canciller de Ucrania, que lo achacó a una "campaña de terror e intimidación" movilizada por Rusia.
"Evitamos durante mucho tiempo los ataques con misiles de alta precisión contra ciertos objetivos en Ucrania, pero se volvieron inevitables ante los ataques provocadores de Kiev", indicó el Kremlin a través de un comunicado.
A esos 8.000 millones de euros se suman 15 bienes inmobiliarios en seis cantones suizos, agregó la secretaría, sin dar más precisiones sobre estos bienes.
Desde el Kremlin ya rechazaron la idea y advirtieron que ese cuerpo "no tendrá legitimidad" ni será reconocido por su Estado. Mientras tanto, crecen las denuncias de crímenes de guerra de ambos bandos en Ucrania.
