La estudiante de doctorado Tania Reynolds y la profesora asistente de sicología Andrea Meltzer, evaluaron las relaciones de 113 parejas de recién casados, con una edad promedio de 20 años, para así entender si el atractivo juega un papel en la felicidad, en general.
Reynolds y Meltzer llegaron a la conclusión que las mujeres con parejas más atractivas viven en una constante crisis.En el grupo de mujeres que consideró que su pareja era físicamente atractiva, las respuestas a preguntas como: “me siento extremadamente culpable después de comer”, “me gusta que mi estómago esté vacío” y “me aterroriza ganar peso”, fueron afirmativas.
En cambio aquellas que identificaron a su pareja como no atractivos, confirmaron que no tenían necesidad de hacer esfuerzos físicos o someterse a dietas para competir con otras mujeres.
Por lo tanto, resultados revelan que tener un marido físicamente atractivo, puede tener consecuencias negativas para las esposas, especialmente si esas esposas no son particularmente atractivas, apuntó la investigadora.
En cambio las mujeres con maridos menos atractivos, en lugar de preocuparse por verse tan lindas como sus esposos, estas mujeres disfrutan plenamente la vida al lado de sus parejas.
En cuanto a los hombres, su motivación para la dieta era baja independientemente del atractivo de sus esposas o de la suya propia.