Y un día llegaron, al fin, los anuncios sociales del Gobierno. Universalización de la AUH, devolución del IVA a la canasta básica de compras hechas por jubilados de la mínima y beneficiarios de la AUH, y programas de empleo. Este es el paquete que lanzó ayer el presidente Mauricio Macri y deberá ser discutido en el Congreso.
El Gobierno llega a este punto cuando era ya creciente la preocupación, incluso en las propias filas, por la situación social. Y se cuestiona desde la oposición las diferentes velocidades para resolver cuestiones que beneficiaron al agro o a los empresarios, versus la lentitud para tomar medidas para atender urgencias de los trabajadores y sectores más postergados.
La gestión macrista, se admite, pasa por sus peores momentos. Aun con buena imagen del presidente (aunque en baja) los tarifazos de transporte y de servicios públicos empezaron a revolver la opinión pública. Inflación que no cede (3,2% en marzo según índice del Congreso), y todo con salarios viejos. Se esperan aún, por lo menos, otros dos meses difíciles.
Abril, se calcula, tendrá un piso de 5% de inflación (superaría 6%) por el tema tarifas. Y mayo no estará lejos. Fue una decisión política y económica, sostienen en el oficialismo: se trata de concentrar los aumentos de una vez, para que desde junio la inflación baje drásticamente. En medio de esto volvió Cristina Kirchner a poner el dedo en la llaga de todas las falencias. El kirchnerismo encarna la oposición más dura. Y en el fracaso de Macri está la oportunidad del retorno, el “vamos a volver” que cantan sus militantes.
La ex mandataria enfrentó su primera declaración en el Tribunal Federal, por las ventas de dólar futuro a precio de remate. Pero es la causa menos complicada, en un tema que muchos consideran no judicializable. En las que vienen (Hotesur, Los Sauces,
“Ruta de dinero K”) podría tener serias complicaciones.
Pero Cristina volvió, y pegó duro. Se calcula que se han perdido 120 mil empleos este año. Públicos y privados. La construcción —industria de industrias— es el sector más afectado, con 54 mil bajas desde noviembre pasado, señalan en la Uocra. La principal demanda de las centrales sindicales viró dramáticamente de Ganancias a la necesidad de tomar medidas para preservar el empleo.
La semana que se inicia será clave en este punto. La oposición impulsa en la Cámara de Diputados un proyecto para prohibir los despidos y aplicar la doble indemnización. Se anotan el kirchnerismo, el Frente Renovador, los peronistas disidentes y la izquierda.
Todos los bloques necesitan de alianzas, empezando por el oficialista Cambiemos. No está en la filosofía política de la Casa Rosada —pro-empresaria— adoptar medidas activas para preservar el empleo como las que impulsa la oposición. La frazada es corta y no alcanza a tapar a todos. Está por verse cómo se resuelve.