“No deja de llamar la atención que el Gobierno haya cambiado de la lluvia de inversiones y dólares para el segundo semestre, a un blanqueo de capitales”, ironizó el bloque de diputados del Frente para la Victoria que conduce Héctor Recalde, en su primera reacción ante el proyecto de blanqueo y pago a los jubilados.
Este señalamiento del kirchnerismo frente al supuesto despegue del segundo semestre en que para el Gobierno se acabarían todos los males, tiene su justificación. Es que no hay nadie que no reconozca —incluso el kirchnerismo, cuando lanzó los suyos propios cuando gobernaba— que todo blanqueo es producto de la necesidad de divisas.
Algo en esencia malo, un beneficio al que evadió.
Quedan cosas por saberse del proyecto que ingresará recién mañana a la Cámara de Diputados. Tiene un título largo, casi kirchnerista: “Programa nacional de reparación histórica para jubilados y pensionados”.
Su objetivo de cancelar las deudas con unos 2,4 millones de jubilados, y recalcular haberes con ajustes en torno al 45%, es más que loable. Mauricio Macri, acusado de socialmente “insensible”, va mucho más lejos que Cristina Kirchner, que pisó por años las sentencias firmes en favor de los jubilados y llegó a vetar el 82% móvil.
El viernes, Diego Bossio, ex titular hasta diciembre de la Anses cristinista, hoy diputado del peronismo disidente, explicó que “nosotros privilegiamos ampliar el universo de jubilados con las moratorias, y aumentar la mínima, antes que pagar las sentencias”.
Anticipó que votará a favor del pago a jubilados, pero no la “desfinanciación” de la Anses.
El dinero de los juicios
Ahí está la cuestión: con qué dinero se pagarán finalmente los juicios.
El Gobierno dice que con el ingreso por el blanqueo. Pero de allí debe salir también la devolución del 15% de fondos coparticipables a las provincias. ¿Tan exitoso será el blanqueo?
La Anses tiene el famoso Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), con más de $ 700 mil millones.
Bossio —también el FpV— advirtió que no debe tocarse. Podrían usarse, sí, las rentas anuales que deja por sus inversiones, en 2015 unos $ 80 mil millones.
Las acciones
También está por verse si la intención del Gobierno es vender las acciones en grandes compañías privadas. Son las que heredó la Anses de las AFJP, tras la reestatización del sistema (el Estado tiene acciones en bancos Macro, Galicia y Francés, hasta Techint y el Grupo Clarín, entre otras grandes empresas).
Hay informaciones contradictorias en el Gobierno sobre este punto, pero se sabe que es una demanda del establishment que el Estado se deshaga de esta participación.
El año pasado, Cristina Kirchner hizo votar una ley para que no pudieran ser vendidas (impuso dos tercios de los votos para hacerlo). Pero en el oficialismo dicen que una ley con simple mayoría deroga ese impedimento.
El kircherismo avisó que se opondrá: la pelea recién empieza.