El despechado empresario oriundo de Quimilí (Moreno) que está acusado de haber efectuado disparos contra la camioneta en que transitaba su pareja con otro hombre, y que luego agredió y privó de la libertad a la mujer, fue indagado ayer por la Dra. María Emilia Ganem, coordinadora de la Unidad Fiscal para la Circunscripción Añatuya, ante quien declaró y negó haber disparado en contra de persona alguna, afirmando que lo hizo a las ruedas del rodado.
Se trata de Juan Carlos “Chiqui” Caro, quien se encuentra acusado de los delitos de lesiones leves calificadas, privación ilegítima de la libertad, abuso de armas y amenazas.
Pormenores del hecho
El hecho ocurrió entre las 17.30 y poco antes de las 20 del 21 de enero del corriente año, y tuvo como escenarios dos estaciones de servicio, una situada en Colonia Dora y la otra en Selva.
La víctima (D.L.) estaba a bordo de una camioneta en Colonia Dora, al parecer con intenciones de viajar a Buenos Aires. En esos momentos apareció “Chiqui” Caro y la agredió, aunque la mujer de 34 años logró escapar.
A bordo de una camioneta se dirigió hacia Selva, siendo perseguida por Caro. Cuando la mujer, que iba con otro hombre, ingresaba a la estación de servicios en Selva, el imputado efectuó disparos y luego —en forma violenta— privó de la libertad a la víctima, mientras el tercero en discordia desaparecía de la zona.
Apareció días pasados para denunciar supuestas amenazas, en las que le decían: “Dejate de joder con la mujer de Chiqui, te vas a arrepentir”.
Lo cierto es que la mujer luego apareció en Sumampa, donde radicó la denuncia contra Caro.
Engañado en su buena fe
Ayer a la mañana, en una diligencia que se extendió por varias horas y en la que contó con la asistencia letrada de los Dres. Jorge Navarro y Diego Lindow, el imputado declaró ampliamente y negó que con D.L. estén separados, aportando fotografías tomadas días pasados, que los muestra juntos y de vacaciones, de las cuales regresaron el 12 de enero último.
Admitió que incurrió en una reacción violenta al sentirse defraudado en su buena fe y en su dignidad de hombre ante una infidelidad, pero negó ser un hombre violento.
Por el contrario, la fiscalía lo acusa de incurrir en violencia de género, al agredir, lesionar y privar de la libertad a quien fue su pareja, quien sufrió traumáticos momentos.