Una jubilada de apellido Iñíguez (70 años) se encontraba en su domicilio de la calle Felipe Varela del barrio Tiro Federal de la ciudad de Añatuya, oportunidad en la que recibió una videollamada en su celular. La mujer atendió y un sujeto se presentó como representante de una tarjeta de crédito, de la cual ella es cliente. Le manifestó que están concretando cambios y que debía realizar una transferencia de dinero para que pudiera acceder nuevamente a todos los beneficios de la tarjeta. Sin embargo, la jubilada le respondió que no contaba con dinero en ese momento. El sujeto le dijo que eso lo podían resolver en pocos minutos solicitando un préstamo de poco monto para realizar la transferencia y seguir utilizando la tarjeta.
En este sentido, la mujer siguió las instrucciones del individuo y le suministró la clave de ingreso a la aplicación de la tarjeta de crédito. Luego de unos minutos, en la misma llamada, le apareció una pantalla en la que pulsó confirmar, siguiendo las indicaciones. Seguidamente, advirtió que había extraído un préstamo de $ 2 millones de la entidad bancaria donde cobra sus haberes y que inmediatamente fueron transferidos a una cuenta desconocida.
La damnificada realizó la denuncia por estafa en la Comisaría Nº 41 y se dio intervención al Departamento de Delitos Económicos, por orden de la fiscal Cecilia Rímini.