Los policías lo llevaron al hospital por un supuesto "intento de suicidio", pero el adolescente reveló que había sido torturado en la comisaría. Murió en el nosocomio, mientras esperaba para denunciar.
También atacó a golpes a otro policía, al cual le provocó severas lesiones en la cabeza. El agresor murió esa misma noche.
A medida que continuaban con la celebración, los niños se iban descomponiendo y caían rendidos al suelo. Tuvieron que intervenir policías y paramédicos.
El joven intentó evitar el atraco y enfrentó al delincuente. Se habría defendido, por lo que el asaltante, que era alentado por su cómplice, le asestó una cuchillada en el abdomen.
El sospechoso (30) fue apresado junto a un cómplice, luego de que le sustrajeran pertenencias a un vecino. También le hallaron drogas.
El procedimiento fue realizado cerca de la hora 0.30 de ayer, cuando los efectivos de la Unidad Táctica Motorizada de la Departamental Nº 4 Zona Oeste se encontraban realizando un recorrido de prevención por Ruta Provincial 1 y Tucumán.
Habría sido alcanzado por un ladrillo por lo que sufrió un profundo corte. La sangre comenzó a emanar y en cuestión de minutos, se descompensó.
La damnificada indicó que se encontraba en su hogar manipulando una botella con alcohol; cuando por accidente se habría prendido fuego.
En ese momento, encontró a la víctima, de apellido Ayala, quien yacía en el piso, sobre un charco de sangre.
En primera instancia, el conductor le habría preguntado: ???Puede pasar algo???.
La víctima es una joven de apellido Ibáñez, residente en la zona, quien indicó que se movilizaba en su motocicleta, cuando fue sorprendida por los desconocidos.
Las víctimas son una mujer de 29 años y un hombre de 25. Ella apareció muerta en su auto, mientras que él fue hallado en una finca y trasladado de urgencia, aunque en vano, ya que llegó muerto.
El incalificable sujeto llevó a su sobrinito a un lugar oscuro de la plaza, donde lo hizo consumir benzodiacepinas para que quede indefenso y poder llevar a cabo el ultraje.
El agente de policía, pensando que el joven empuñaba un arma real, desenfundó su reglamentaria y lo cosió a tiros.
El incalificable fue sorprendido mientras llevaba a cabo el horror. Intentó huir en su vehículo, pero fue interceptado en la vía pública.
