
Secuestraron en Capital un vehículo con pedido de secuestro de Buenos Aires
El vehículo fue incautado en el barrio Jorge Newbery, ya que poseía placas identificatorias apócrifas.
El vehículo fue incautado en el barrio Jorge Newbery, ya que poseía placas identificatorias apócrifas.
A cargo del extenso procedimiento estuvieron los efectivos pertenecientes a la División Prevención Nº 4, quienes identificaron a más de 100 masculinos y recuperaron un motovehículo con pedido de secuestro por robo.
Ambos vehículos poseían numeraciones originales, pero diferían del dominio colocado, maniobra conocida como "reemplazo de placas".
Tras arduas labores investigativas, la Policía descubrió que el aire había sido empeñado a un familiar del sospechoso por la suma de 50 mil pesos. Gracias a esto, pudieron atraparlo.
La criatura corrió hacia donde estaba la mencionada autoridad del establecimiento, que la contuvo hasta que llegaron los padres. Estos radicaron la denuncia.
El rodado contaba con placas identificatorias apócrifas, medidas de seguridad adulteradas y las codificaciones de motor y chasis también falsificadas.
El ladrón, un hombre de 33 años y domiciliado en el barrio La Católica, estuvo a escasos segundos de poner el motor en marcha y emprender huida. Fue detenido justo a tiempo por efectivos policiales.
La víctima dio a las autoridades un dato fundamental que ayudó a ubicarla. "No sé cómo llegué aquí", reveló a Gendarmería.
Según pudieron comprobar los efectivos policiales, el vehículo contaba con una matrícula que difería de su numeración original, maniobra que se conoce como "reemplazo de placas".
La mujer, que enviudó a sus 40 años, aceptó la "invitación" de su hermano para vivir con él y su cuñada. Lo que no sabía es el horror que se iba a desencadenar luego de aceptarla.
El muchacho de 16 años no contaba con documentación ni carnet, motivo por el que fue trasladado a sede policial, al igual que el vehículo. Momentos más tarde se presentó su madre, quien intercedió por el chico y brindó explicaciones a los agentes.
Un hombre se ofreció a llevar a la casa a una niña, pero la pequeña, bien instruida por sus padres, salió corriendo hacia el establecimiento y avisó a las maestras.
Vestidos con uniformes policiales, los criminales secuestraban a los residentes de las propiedades y después pedían dinero a sus familiares a cambio de su libertad.
La joven formó una banda junto a otros familiares para simular su secuestro y exigirle la millonaria suma a su propia madre. La Policía los terminó desbaratando en menos de 24 horas. Los detalles del caso:
El operativo se desarrolló como resultado de tareas de investigación de la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigación de la Prefectura local, que arrojaron el dato de que se trasladaría mercadería de origen ilegal.